lunes, 7 de marzo de 2011

Maldito control mental.

Sí, reconozco que a veces me pongo increíblemente fantasiosa. Tanto, que puedo pasar muchos minutos mirando un pequeño iconito en verde en el msn y pensando “hablame, hablame, hablame, hablame, hablame, hablame, hablame, hablame, hablame” y así ad infinitum y tener la infantil idea de que va a dar resultado.
Y sé que no soy la única. Sé que todas eventualmente nos insultamos por dentro mientras luchamos mentalmente para que se logre nuestro objetivo. Y miramos, y miramos, y pensamos, y pensamos. Y NADA. Y maldito control mental. O no-poder, porque no nos sale.

Alguien que me explique desde cuándo la mirada penetrante clavada en una pantalla de computadora tiene algún efecto, no sé, digo. Porque si fuera el ser humano sí funcionaría con dos posibles resultados, o bien se acerca el hombre en cuestión lentamente y  nos dice (mientras nosotras temblamos pero ponemos cara de pócker) “Disculpá, te puedo hacer una pregunta”; “Ay, sí, obvio” (Revoleándo el pelo hacia atrás) “¿Por qué me mirás tan fijo?”. Y zas, trágame tierra, o bien el muchacho se aleja lentamente mirándonos con disimulo porque teme por su salud. Y lo bien que hace, porque una en su cabeza está tramando mil maneras de secuestrarlo y hacerle cosas varias (Inclúyanse el matrimonio, los  hijos y el perro labrador a llamar Doggy).  Como ninguna de las dos opciones es copada, creo que mejor es seguir mirando la pantalla de la computadora y alimentar las falsas expectativas de que un día, el control mental va a dar resultado.

Y como vemos que este método en solitario es ineficaz, como el shampoo, que siempre recomiendan que usemos la crema de enjuague de la misma marca para obtener mejores resultados, atomizamos el facebook. Maldita red social, herramienta por antonomasia para la humillación femenina. Y he aquí el bombardeo de indirectas y otras más directas: Canciones, que si no tienen mensajes subliminales  son simplemente para que sepan que AHÍ ESTAMOS, grupos, a saber “hablame, hablame, hablame”, o “Si no te hablo es porque espero que vos me hables”, etc. O le pedimos a una amiga que publique en nuestro muro para avisarle al pequeño universo cibernético ad hoc que seguimos vivas y listas para atacar.

Y entonces llega el día en el que la avalancha de palos da resultado, y al señor se le ilumina la lamparita y dice “Eu, creo que quiere que le hable”. Y suena el ruidito del msn, y aparece la ventanita: “Fulanito de tal dice: Hola!”. El acto reflejo es, a la mejor amiga y/o cualquier yegua conectada: “BOLUDA, ME HABLÓ AAAAAAAAAAAAAAAAA ZUMBIDO ZUMBIDO ZUMBIDO”.

Y todo por un “Hola”. Y la reacción natural no es pensar “bueno, al fin mis indirectas dieron resultado”. No, es “DIOS MÍO, EL CONTROL MENTAL SÍ FUNCIONA”, después de quince minutos concentradas en un pequeño ícono en verde. ¿Y la parte más irónica? Que no importa cuán lógicamente conscientes seamos de ello. No vamos a dejar de hacerlo. Y nuestra cabeza va a ser un hervidero de factores litigantes, a saber: “Maldito control mental”, que lucha incansablemente, hasta el benemérito ruidito del msn, y entonces “El control mental funciona” gana la lucha sin mover un solo dedo. Pero bueno, hay que alimentar la ilusión. 

Después de todo, de ilusiones también se vive.




Y SÍ, ES UN PALO PARA VOS.

3 comentarios:

  1. Me mori!!!! uno mejor que el otro coty!

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  2. Muy bueno!! Loincreible es que, salvando las diferencias de tiempo y las ventajas tecnologicas...las mujeres somos igualmente pavas en cualquier epoca, cuando se trata de un especimen del sexo opuesto....Y bue...paciencia...esta nos toco...
    Felicitaciones , ya estas en la lista de amigos en mi blog para que los que me visitan sepan como llegar hasta aca!!
    Un abrazo!

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